El ex secretario de Seguridad aseguró que fue “el anteúltimo” en llegar al departamento del fiscal cuando lo encontraron sin vida y elogió la serie documental de Netflix que relata la investigación en torno a su fallecimiento
El ex secretario nacional y actual ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, cuestionó este lunes la investigación en torno a la muerte del fiscal Alberto Nisman al señalar que “los crímenes perfectos no existen”, por lo que los jueces a cargo de la causa podrían haber actuado “mal” o “no se quiere llegar a la verdad”.
“Los crímenes perfectos no existen, lo que hay son malas investigaciones. Pasaron casi 5 años, dos fueros que investigaron. La pregunta es ¿investigaron tan mal o no se quiere llegar a la verdad? Eso es una deducción de cada uno, y yo soy muy respetuoso del tema», explicó.
Durante una entrevista en TN, el ahora funcionario bonaerense negó haber sido “de los primeros” en aparecer en el departamento de Nisman la noche en la que lo encontraron muerto. En cambio, dijo que fue “el anteúltimo” en hacerlo: «Después de mí llegó la fiscal, pero antes llegaron todos los otros actores”, remarcó.
«Yo tengo mis conclusiones, no se puede tapar el sol con las manos. Han existido diferentes controversias a lo largo de estos años que han sido evidenciadas en la bibliografía que apareció (al respecto). La más científica, la que aporta datos objetivos de la causa, es el libro del periodista (Pablo) Duggan y, ahora, la serie de Netflix”, agregó.
Por otra parte, Berni también criticó la pericia que realizó la Gendarmería y que determinó que al fiscal de la causa AMIA lo mataron y que en el hecho intervinieron al menos otras dos personas. En este sentido, el ex secretario de Seguridad resaltó que la hipótesis de esta fuerza federal “nace a partir de que al doctor Nisman le habrían hecho una sumisión química, que primero lo drogaron con ketamina”, pero puso en duda esta versión al asegurar que cuando se usa esta sustancia, «el paciente cae totalmente anestesiado”.
“Además, eso se pudo observar cuando analizaron parte del hígado. En el hígado (habitualmente) no hay ketamina, siempre hay norketamina, que es la degradación de esta droga. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que eso fue una contaminación del microscopio electrónico de la Gendarmería, que permanentemente hace estudios de drogas, no de material biológico», argumentó.
Por último, Berni sostuvo que cuando llegó al Ministerio de Seguridad bonaerense se encontró “con una Policía que tiene 40 mil sumarios” y “totalmente desmantelada”, por lo que pidió «avanzar y hacer reformas estructurales, no solamente en el sistema de seguridad, sino también en en el de justicia y en el penitenciario”.
“Quiere decir que alguien no controló, porque esto es como si usted tuviera un aula con cuarenta chicos: si repiten uno o dos, es que tienen problemas de aprendizaje; ahora, si repite más de la mitad del grado, claramente hay un problema de enseñanza”, manifestó.