Fue durante el horario de visita y desde el patio del Escuadrón 12 de Bernardo de Irigoyen. El escurridizo sujeto calzaba zapatillas sin cordones y llevaba las esposas.
Carlos Alberto De Almeida, de 23 años, aprovechó el pasado sábado el horario de visita para escapar de la guardia de turno. El joven escapó por la parte trasera del predio, situado antes de la zona urbana de Bernardo de Irigoyen, sobre la ruta nacional 14.
Se cree que primero cruzó corriendo un monte que termina en una pista de aterrizaje abandonada. Luego paso cerca de un observatorio meteorológico para volver a adentrarse en un tupido bosque, que desemboca en la frontera con Brasil, más precisamente una conocida cantera que coincide con el arroyo Pepirí Guazú.
Voceros del caso indicaron que, al momento de darse a la fuga, De Almeida vestía remera roja y pantalón corto oscuro.
El dato insólito es que calzaba zapatillas sin cordones y tenía las esposas puestas en una de sus manos, es decir, que aparentemente no le dio tiempo a su custodio de esposarlo completamente.
El sospechoso se encuentra detenido desde finales de noviembre pasado, cuando fue acusado de trasladar un cargamento de 15 kilogramos de marihuana en la localidad de Cruce Caballero (jurisdicción de San Pedro) junto a una joven y a bordo de una camioneta, agregaron las fuentes. Ambos fueron apresados en averiguación del hecho.
Justamente el sábado pasado, la joven que fue a visitarlo cuando se fugó (también en calidad de detenida) fue esa supuesta cómplice, indicaron las fuentes.