Se trata de Michael Silvio L. (19) y Diego Adrián B. (31), quienes por intereses contrapuestos surgidos en la audiencia con el defensor oficial seguirán el proceso con diferentes abogados, lo que derivó en la postergación de la formalidad el martes.
De todas formas, estas diferencias aún no se han plasmado en el expediente, puesto que ambos decidieron abstenerse de declarar ante el juez Carlos Giménez.
Los detenidos están acusados de homicidio en ocasión de robo y seguirán tras las rejas mientras avanza el proceso y el magistrado interviniente defina su situación procesal. Es decir, si procesa formalmente con prisión preventiva o decide liberarlos.
No se descarta que en un futuro alguno de ellos decida ampliar su indagatoria, sobre todo teniendo en cuenta de que las diferencias que aparecieron se deban a que alguno de ellos quiere desligarse de la muerte del anciano o, en el mismo sentido, acusar al otro del hecho.
Por lo pronto el juez Carlos Giménez empezará con la judicialización de los testimonios y la recepción de las pericias ordenadas oportunamente.
El brutal crimen de Díaz ocurrió el viernes último poco antes de la medianoche, y los delincuentes se llevaron un magro botín de unos mil pesos y un teléfono celular.
Al respecto, una de las versiones manejadas por los pesquisas ses que los delincuentes habrían llegado hasta el domicilio del anciano con el dato de que éste habría cobrado su jubilación o habría hecho otro trámite bancario y tenía dinero oculto en su casa.
Esto busca explicar la violencia con la que actuaron los delincuentes que mataron a Díaz, que murió a causa de una “asfixia por obstrucción de las vías aéreas», según los primeros resultados de la autopsia.
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