Marcelo López (41) era buscado desde el lunes en Alem. Creen que ese mismo día cayó a un barranco de casi cuatro metros a la vera de la ruta nacional 14. Apenas hablaba ayer, cuando lo encontraron. Murió a la hora en el SAMIC.
La historia se inició el pasado lunes, cuando familiares de López se presentaron ante la Policía y denunciaron que el hombre había salido el último domingo de su casa para no regresar. Agregaron, además, que sufría de esquizofrenia y que se encontraba bajo tratamiento.
Desde la Unidad Regional VI se difundió la imagen del hombre y, a través de las redes sociales, fueron varias las pistas que comenzaron a seguirse sobre su paradero. El trabajo fue de varios días e incluso lo buscaron en Cerro Azul. Sin embargo, la labor investigativa comenzó a cerrar gracias a las cámaras de seguridad de una vivienda emplazada sobre la ruta nacional 14, que captaron a López caminando por la banquina.
Con esos datos, ayer por la mañana se inició un operativo de rastrillaje alrededor del kilómetro 840. La sagacidad de uno de los policías fue determinante: tal como si se tratara de “una aguja en un pajar”, descubrió en un sector parte del pasto de la banquina ‘achatado’ o pisado. Al lado, un precipicio de casi cuatro metros de altura. Abajo, piedras y vegetación impenetrable.
Los efectivos se centraron en ese lugar, donde entonces ocurriría un milagro. Allí abajo, a lo lejos, notaron lo que parecía ser cabello. Bajaron y confirmaron sus sospechas: cerca de las 7.30 fue hallado López.