Oberá: intento matar a su madre y tirar a su pequeño hijo a un pozo

LOCALES POLICIALES


Una abuela y su pequeño nieto de 6 años atravesaron un dramático episodio en Oberá el domingo pasadas las 19 y que tuvo como protagonista central a la madre del menor e hija de la denunciante que lo salvó de que lo arrojara a un pozo de agua. El menor fue salvado dos veces, primero cuando intentó arrojarlo a un pozo de agua y luego, cuando lo amenazaba con un cuchillo. 

“Voy a matar a mi hijo porque es un delincuente, lo voy a tirar dentro del pozo o le voy a cortar la cabeza”

Así gritaba una mujer al momento de ser detenida tras intentar matar a su hijo, de tan sólo seis años, y a su madre. Ocurrió en su vivienda de la calle Salto Bielakovich.

La abuela forcejeó y logró poner a resguardo al pequeño llevándolo a la casa del vecino. Paso siguiente dio aviso a la fuerza de seguridad desesperada porque su hija no se tranquilizaba y tomó un cuchillo y comenzó a emitir a gritos sendas amenazas de cumplir su plan macabro.

Cuando los uniformados arribaron al inmueble, en inmediaciones del edificio en construcción del Palacio de Justicia, la situación se caldeó a punto de hervor.

La madre violenta blandía en su mano izquierda el cuchillo de carnicero de diez centímetros de hoja y advirtió a los policías: “Rajen de acá, a mí no me importa nada, voy a matar a mi hijo porque es un delincuente, lo voy a tirar dentro del pozo o le voy a cortar la cabeza y mi mamá es la siguiente, ambos no sirven para nada, cuando ellos se mueran recién voy a ser feliz”.

Cuando la abuela fue puesta a salvo, los integrantes de la patrulla iniciaron la tarea de calmar a la agresora, pero estaba dispuesta a más y se dirigió con el arma blanca hacia la casa lindante a buscar a su único hijo.

“Vení, vení para acá te digo, porque te voy a matar, no te vas a escapar, vos sos un delincuente igual que mi mamá”.

Los gritos atemorizaron a todos los vecinos, pero el instante se cortó por el arrojo de los agentes de la seccional Cuarta que forcejearon con la iracunda, hasta lograr reducirla y quitarle el cuchillo.

En ningún momento aceptó dialogar y reiteraba que su objetivo era quitarle la vida a sus familiares para lograr “vivir en paz”, y que era la única forma de lograrlo.

Una vez esposada y ya con las víctimas a salvo bajo atención especializada, la mujer soltera y sin pareja aparente, fue trasladada a un centro de salud para que se la examinara y luego se dispusiera que quede alojada en una celda bajo vigilancia estricta, especialmente para que no atente contra su vida, en la seccional Segunda de la Unidad Regional II.

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