«No creo que (Shinzo) Abe necesite ningún consejo mío», dijo el presidente Mauricio Macri al referirse al primer ministro japonés, que preside el G20 luego del cierre de la cumbre de Buenos Aires.
La misma sintonía de respeto y afecto mostraron Abe y Macri en el CCK, en el que ambos sostuvieron su encuentro bilateral y firmaron un acuerdo «de promoción y protección de inversiones», solicitado por el país nipón, además de avanzar en acuerdos de cooperación económica y líneas de infraestructura que ya fueron firmados el jueves pasado.
«Japón es un amigo cercano y querido, con quien compartimos valores fundamentales como los derechos humanos y la democracia», dijo Macri, que estuvo acompañado de medio gabinete en su encuentro con el primer ministro japonés. Destacó, además, su decisión compartida con Abe de elevar la relación a la categoría de «socios estratégicos», y le agradeció el «gran apoyo» dado por Japón en los últimos y difíciles meses que atravesó su gestión.
Relajado luego de la firma del documento consensuado que cerró formalmente su presidencia del G20, Macri recordó al bisabuelo de Abe, que fue embajador en Argentina, y también al «presidente que más admiro, Arturo Frondizi», que viajó a Japón en 1961.
A su turno, Abe reiteró que «Japón apoya fuertemente las reformas del presidente Macri», y dijo compartir con su par argentino «los valores de la libertad, la democracia y el imperio de la ley». También entró en el terreno culinario, al afirmar que había probado la carne argentina durante su visita y le había parecido «exquisita». El secretario de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, se mostró conforme por los avances mostrados en la exportación de carne argentina a Japón, que ya comenzaron con los envíos de carne patagónica.
El final de la conferencia de prensa en común, en la cúpula del CCK, fue todo un símbolo. Mientras el bandoneonista Rodolfo Mederos interpretaba el tango El Choclo, una bailarina japonesa y una pareja tanguera se movían al compás de la música.