Joven contrabandista falleció en un procedimiento de Prefectura

LOCALES POLICIALES


Un joven de 26 años identificado como Ricardo Santos Da Silva falleció en medio de un operativo por contrabando de Prefectura Naval Argentina (PNA) en la localidad de El Soberbio. La víctima cruzaba el río Uruguay desde Brasil en la cabina de un tractor que estaba siendo remolcado por dos embarcaciones y, en una mala maniobra, cayó al agua. 

El hecho se conoció cerca de las 22.30 del miércoles, cuando Ricardo ingresó al hospital local sin signos vitales. Familiares de Da Silva y vecinos del lugar denuncian que la muerte se produjo por la inacción de los prefecturianos, mientras analizan la posibilidad de manifestarse en la jornada de hoy.

Según pudo reconstruir El Territorio en base a diferentes fuentes consultadas, todo ocurrió en un denominado puerto natural en el Paraje El Tigrinho, a unos 16 kilómetros del casco urbano. Una patrulla, que hacía recorridos por la zona -señalada como “caliente” por la actividad ilegal- , se topó con el cruce ilegal.

La forma del traslado es conocida y requiere de mucha experiencia. En este caso puntual eran dos canoas con maderas atravesadas en las que se apoya la máquina agrícola y que también funcionan como rampa para subirla y bajarla. Una de ellas, según PNA, tenía un motor fuera de borda que los impulsaba.

No se sabe con certeza cuántas personas había junto a Da Silva, pero se estima que dos o tres. Lo cierto es que los efectivos federales dieron voz de alto y efectuaron disparos intimidatorios, lo que alteró todos sus planes. Al parecer quienes estaban en las embarcaciones se arrojaron al agua o quisieron volver a Brasil, lo que terminó haciendo que la máquina cayera al río con la víctima dentro.

Algunas trascendidos indicaban que la  víctima pudo haber recibido un impacto de bala, pero esto fue descartado. Sin embargo, en este punto del relato, las versiones son dispares, ya que los familiares dicen que el tractor ya estaba por ser bajado, mientras que desde la fuerza aseguran que la vuelta campana ocurrió a unos diez metros de la costa.

Una vez que el cuerpo fue extraído del agua, fue el padre del joven quien lo subió a su camioneta -su casa está a unos 300 metros de donde ocurrió todo- y lo trasladó hasta que se cruzó con la ambulancia, que ya había sido advertida e iba camino al lugar. Asfixia por sumersión indica el certificado de defunción.

Juan Miranda, primo de la víctima, fue quien tomó la palabra en representación de la familia y expresó que “los que estaban dijeron que había una persona dentro y Prefectura no dejaba que nadie se acerque para ayudarlos (..). Cuando se dieron cuenta ya era tarde. Se dispusieron a romper el vidrio y realizar la reanimación correspondiente pero obviamente ya era tarde; desde el dolor familiar creemos que no era necesario llegar a este punto”.

En diálogo con Radioactiva aseguró que los prefecturianos no le creyeron a los contrabandistas sobre la presencia de Ricardo porque pensaban que querían  escaparse. Sobre este punto, fuentes de la fuerza federal expresaron que fueron los uniformados quienes extrajeron el cuerpo tras romper la cabina y que no se registraron detenciones debido a que los demás ocupantes de las embarcaciones huyeron, aprovechando la nula iluminación y la vegetación del lugar.

Miranda describió a Ricardo como una persona trabajadora y que incluso había estado en la chacra durante el día. No negó que era “chivero”, como se denomina a los contrabandistas, pero insistió en que se pudo evitar y que se trata “de un caso de abandono por gente que te tiene que proteger”.

La investigación
Una vez informado el hecho, se abrieron dos causas: una en el Juzgado de Instrucción de San Vicente por la muerte del joven y la otra por el contrabando de tractor, en el Juzgado Federal de Oberá.
El juez Gerardo Casco ordenó que el cuerpo sea trasladado a Posadas para la correspondiente autopsia, mientras que el juez federal dispuso que la máquina sea extraída del agua. El procedimiento se hizo en horas de la siesta por parte de Prefectura y la Policía local, lo que puso cara a cara a los uniformados con los familiares, que no tardaron en increparlos.
Olmilda De Almeida (46), madre del fallecido, entre lágrimas le recriminó a los prefecturianos que “hubieran esperado que ancle el tractor en tierra y después lo hubieran detenido”. Los sollozos fueron generalizados y muchos gritaron  a los uniformados que no eran autoridades, que lo que debían hacer es “salvar vidas, no dejar que se mueran”.
No hubo respuestas por parte de los efectivos, sólo silencio. Cumplieron con lo encomendado y se fueron.
Los familiares de Ricardo esperaban anoche por sus restos para el correspondiente velorio e inhumación. La intención según relataron fuentes policiales, era hacer una manifestación en la jornada de hoy, aunque no estaba definido.
En este contexto, se viralizó un audio en portuñol en el que una persona que se autodenomina chivero convocó a conocidos de la actividad a unirse al velatorio y posible marcha. “Es gente nuestra, hoy fue con él, pero vaya a saber si mañana no es con nosotros”, se escucha. “Vamos a quemar esa mierda si es necesario”, remata en referencia al edificio de PNA, que trabaja en el lugar desde el 15 de enero. El clima quedó muy tenso, sobre todo porque los lugareños aseguran que el contrabando es la única forma de subsistir: contaron que un tractor como el que trajeron en Brasil vale el triple que en suelo argentino.

Fuente: ET

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