El «baño de realidad» en el que zambulló Mauricio Macri para transcurrir y explicar la tormenta económica tiene su onda expansiva en el Gobierno, en estas horas, para analizar el posible impacto electoral del escándalo de las coimas millonarias que sacude principalmente al kirchnerismo y a un sector del empresariado. En la Casa Rosada son moderados: imaginan alguna influencia en los votantes «desencantados», ese grupo heterogéneo que, como adelantó Clarín, se convirtió en el principal objetivo de las acciones y comunicaciones oficiales de cara a 2019.
Fuente: Clarin
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