Después de mucho tiempo, en julio el dólar le volvió a sonreír al Gobierno. La moneda estadounidense finalizó en $28,02, más de un peso y medio por debajo de como había arrancado el mes.
Según el promedio realizado por el Banco Central diariamente, el billete verde cerró a $26,99 para la compra y $28,02 para la venta. Así, el dólar acumuló a lo largo de julio una caída de $1,55, es decir, 5,5%. En los mostradores del Banco Nación, el dólar finalizó a $27,90.
El dólar minorista no se vio afectado por la suba en el valor de la moneda mayorista. Esa variante, que se toma en cuenta para las transacciones de mayor valor, cerró a $27,41, lo cual representó un incremento de 15 centavos respecto del día anterior.
El Gobierno lo ve como una batalla ganada, aunque entiende que la tormenta podría no haber terminado. Desde los primeros días de julio tanto el Banco Central con medidas monetarias como el Ministerio de Hacienda fueron implementando acciones conjuntas para enfriar la demanda en el mercado cambiario.
Por un lado, la entidad encabezada por Luis Caputo modificó los encajes bancarios, es decir la cantidad de dinero «inmóvil» que deben tener los bancos y que no pueden destinar a préstamos, para achicar la cantidad de dinero circulante, y que no se vuelquen al dólar.
Al mismo tiempo, la cartera que dirige Nicolás Dujovne licitó a lo largo del mes varias Letras a corto plazo que pagan en dólares con tasas atractivas para asegurar que aquellos inversores que buscaban dólares no tuvieran que pasar por el mercado de cambios.
La estabilidad cambiaria de julio también estuvo influida por el contexto internacional porque las principales monedas latinoamericanas también mostraron recuperaciones respecto al dólar durante ese mes. El peso mexicano, por ejemplo, recuperó 6,86% de su valor, el peso argentino un porcentaje superior a 5,8%, mientras que el real lo hizo por 4,43%.
Fuente: TN